Sé que no soy lo que tú buscas, no soy rubia y ni me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad no llego ni al metro sesenta y cinco, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Lloro demasiado, no se dibujar, y soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa al instante. Te darás cuenta con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también. Canto en la ducha, y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos. Podría escribir con pintalabios rojo que te quiero en el espejo. Nunca me pinto las uñas en condiciones, tampoco suelo peinarme cuando voy a salir de casa. No me gusta llevar el pelo recogido, pero tampoco llevarlo pegado a la cara, me gusta ir descalza y hacer piruetas cuando voy por los pasillos de casa. Me gustan las peliculas infantiles y tengo puro pavor a las de miedo. Supongo que tendrías que conformarte con lo que soy.