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Aunque creo que al final los sueños no son nada más que una excusa,
pero una excusa muy gorda, son la excusa para vivir.
Por eso a veces también se convierten en la mirada
nostálgica de lo que nunca fuimos. Tengo ganas,
pequeñas, pero ganas de empezar otra vez,
y de olvidarme que esta y cualquier ciudad
a veces esta tan triste como yo, y notar que estoy cambiando,
aun que sea un poco, bueno si es mucho mejor.
Acaríciame. Y luego, bésame hasta robarme la ultima gota de aire
.
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