No existen sentimientos, sólo dolores tremendos. No existen corazones, sólo heridas en el pecho.
Mi sueño es una barca vacía en medio del mar a la deriva. Mis pasos no andan, mis palabras no hablan, el silencio me sonríe.
El rastro de mis lágrimas refleja el brillo de las estrellas. El tiempo dio la mano a mi sonrisa, que se dejó llevar.
Las estrellas han dejado de brillar,
y ahora mis lágrimas reflejan tu mirada.
Es inútil volver a por ti,
a por los sueños que quedaron escondidos entre
la hierba del parque.
Es como soplarle a la sopa fría.
Creo que me hubiera sido más fácil ir directa al sol...
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